La cuarentena se está convirtiendo en un calvario para la mayoría de los fumadores, a los que desde hace unos días se les ha convertido prácticamente imposible conseguir cigarrillos e incluso tabaco suelto para despuntar el vicio.
En la inmensa mayoría de los kioscos la respuesta es la misma, no hay cigarrillos, las tabacaleras no están fabricando y las distribuidoras ya hace semanas que no están entregando el producto.
La marcas más populares fueron las primeras en desaparecer de las cigarreras de los kioscos, les siguieron las variantes saborizadas de las marcas líderes y luego todas, hasta las más económicas y menos conocidas.
Ante la ausencia de los atados de cigarrillos, los fumadores empezaron a volcarse al tabaco suelto y el papel de armar. Otros optaron por los cigarros y hasta por los habanos con tal de poder degustar y echar un poco de humo.
Pero la demanda fue tal que incluso en muchos locales ya se agotó el tabaco y no siquiera queda papel de armar.
Algunos que tenían existencias de cartones o varios atados aprovecharon la sequía de tabaco para poner en venta en las redes sociales con precios que triplicaban en valor oficial y fumadores relataron sus desventuras para obtener un atado, al punto de llegar a pagar 30 pesos por un cigarrillo suelto o 500 pesos por un atado de 20.
También en las farmacias se notó la ausencia de tabaco en la región, es que se incrementó la venta de chicles para dejar de fumar, como la de parches de nicotina y otros implementos que suelen utilizar los fumadores que quieren dejar el vicio, aunque en esta oportunidad están sufriendo de una desintoxicación forzada.
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