La inteligencia intrapersonal es la capacidad de llevarnos bien con nosotros mismos. Quien la desarrolla conoce tanto sus fortalezas como sus debilidades, y esto resulta fundamental, ya que todo aquello que ignoramos de nuestra propia persona puede convertirse en una limitación o restricción que nos impida avanzar. Debido a esto, te pregunto:
¿Sos consciente de quién sos, hacia dónde te dirigís y con qué recursos contás? Dicen que la mayor parte de los obstáculos que enfrentamos son creados por nosotros mismos. Por lo general, responsabilizamos de todo lo negativo que nos sucede a las personas o a las circunstancias que nos rodean, y rara vez nos detenemos a mirar hacia adentro.
¿Conocés tu potencial, esas capacidades que laten en tu interior esperando ser despertadas y aprovechadas? Quien se conoce en profundidad tiene la certeza de que siempre puede ir un poco más allá, porque la vida constantemente nos ofrece nuevas oportunidades y posibilidades.
¿Sabés qué es lo que hoy te está limitando? Tal vez sean los miedos que no te animás a reconocer, las excusas que inventás para no accionar, la queja frente a lo que no es como quisieras, la baja autoestima que te impide ver lo valioso que hay en vos, o la comodidad que te mantiene en lo conocido en lugar de animarte a ir por lo nuevo.
Te animo a que hagas de cada día una oportunidad para discernir qué es lo que te frena y, así, ponerte en marcha hacia tus sueños. No te demores. No busques afuera ni te distraigas con lo que sucede alrededor. Recordá que es tu mirada hacia adentro la que determina qué tan cerca o lejos estás del éxito en tu vida.
Los problemas no surgen afuera, sino en nuestro interior. Fundamentalmente en cómo nos percibimos y nos relacionamos con nosotros mismos.
Te invito, si nunca lo has hecho, a tomarte un momento para hacer una lista, en papel o en tu celular, de todo lo que necesitás trabajar en tu interior (enojos, quejas, miedos, rencores, culpas, autoestima, etc.). Puede resultar incómodo, pero es la mejor inversión para tu futuro: conocerte, validarte y valorarte. Esa actitud te permitirá cultivar una buena relación contigo, ser quien verdaderamente sos y alcanzar todo lo que te propongas.